Pregón de Navidad 2022
PATXI ORMAZABAL ZAMAKONA
“Aprender a celebrar la Navidad”
El jueves 15 de diciembre, la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, volverá a coger el tradicional Pregón de Navidad que da el pistoletazo a las actividades de nuestra campaña de Navidad, con la llamada a la fiesta. En esta ocasión contaremos con otro pregonero de lujo: Patxi Ormazabal. Una vida dedicada al servicio común, primero a través de la política tanto en el Ayuntamiento, como en la Diputación o el Gobierno y Parlamente Vaso, como en los últimos años en su compromiso social presidiendo la Asociación contra el cáncer de Álava.
Agur jaun-andreok, agur eta ongi etorriak pregoi honetara, “gabonetarako dei” honetara. Ohore bat da niretzat, arabako belentzaleen elkarteak nigan finkatu izana.
Buenas tardes a todas y todos por venir a esta preciosa iglesia del Carmen, a escuchar la llamada del pregonero:
Otoitzerako deia
Llamada a la oración
Gogoetarako deia
A la reflexión
Falta zaizkigunengatik oroimenerako deia
Llamada al recuerdo por los que nos faltan
Sufritzen dutenekiko elkartasuna
A la solidaridad con los que sufren
(carencias, enfermedades, guerras,
discriminación por sus creencias, por su sexualidad, por su raza)
Festarako deia ere egiten da, senide eta lagunekin elkartzeko
Es también una llamada a la fiesta,
al encuentro-reencuentro con familiares y amigos
Pozik nago zuekin egoteagatik, baina, egia esatera, ziur bainago gure artean pertsona batzuek merezimendu handiagoa dutela gaur hitza zuzentzen dizuetenak baino
Estoy contento de estar hoy con vosotras y vosotros, pero, no sé muy bien cómo he llegado hasta aquí. Seguro que hay muchas personas que harían mejor papel que yo como pregoneros y pregoneras. Hace ya unos años, el entonces presidente de la Asociación Belenista, mi amigo Bastida, sabedor de mi interés por los temas relacionados con los belenes me propuso hacer de pregonero ¡aquel mismo año…!
Aquel año fue el de la pandemia, y el siguiente, y el siguiente también; y yo pensaba que con el paso del tiempo os habíais olvidado del “pregonero Patxi” hasta que un día, en la calle, me encuentro con el nuevo presidente, hijo del anterior, y me dice: “acuérdate de que tienes que dar el pregón”. Y me dije a mi mismo: “me comprometí y lo haré!!!!”.
Eta hemen nago, nere esperientzia pertsonala eta historia apur bat kontatzeko, gabon eta jaiotzei buruz.
Y aquí estoy, para contaros alguna experiencia personal y algo de historia sobre la navidad y los belenes en este año especial para todos los belenistas, porque el belenismo ha sido declarado “manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial”.
De cualquier forma, es para mí un honor compartir esta tribuna en esta XXXV edición, con todas y todos los pregoneros, ilustres e ilustradas vitorianas, que lo han sido durante los años anteriores desde su puesta de largo. Eskerrik asko!
Voy a dividir mi intervención en 3 partes:
- una primera, en la que os voy a contar alguna de mis experiencias como “belenista”: “recuerdos de navidad”
- una segunda parte, en la que me gustaría desarrollar esa figura que en sociología llamamos “sincretismo”, y que consiste en esa mezcla de costumbres y de adaptación de elementos de otras culturas a las nuestras
- y una tercera parte final con alguna reflexión personal
RECUERDOS DE NAVIDAD
Gogoan dut, txikia nintzenean (hamar anai-arreben artean bigarrena nintzen), gure etxean iraultza txiki bat, inmaculada eguna iritsi zenean.
Recuerdo que, cuando yo era pequeño (era el segundo de diez hermanos), llegada la festividad de la Inmaculada comenzaba una pequeña “revolución” en nuestra casa.
Lehenik eta behin, gabonen etorreraren kontzientziazio fasearekin.
Primero, con la fase de “concienciación-calentamiento” de la llegada de la Navidad, que se concretaba en la “expedición” a la farmacia de nuestro padre en busca de las innumerables cajas que contenían todas las figuras y aditamentos del belén (corchos, estrellas, palmeras, ríos, fondos, luces…). Era la fase 1.
Bigarren fasea
Me acuerdo también de Fructuoso, el verdadero artista del montaje, el carpintero que hacía las chapuzas en casa y que tardaba un par de días en montar la estructura, la base sobre la que se asentaría el nacimiento. Era la segunda fase.
Hirugarren fasea: figurak desenbalatzea zen
Mis hermanas mayores y yo empezábamos a desembalar las figuras, que casi eran más grandes que nosotros, bajo la advertencia continua de que tuviéramos cuidado de no romperlas. Entonces no existía el “papel de burbujas”, y solo podíamos utilizar paja y periódicos viejos para embalarlas después de la Navidad. Era la fase 3.
Gero, laugarren fasea hasten zen: artearen eklosioa
Luego empezaba la cuarta fase, que era la “eclosión del arte”. El reparto del espacio, la planificación del espacio, la “ordenación del territorio”, en definitiva: el diseño y ejecución de los caminos con aquellos sacos de serrín que se guardaban de un año para otro para que cogieran más solera; los elementos acuíferos: el río, el estanque, el oasis con sus palmeras; en qué lugar se colocaba cada figura teniendo en cuenta el tamaño de las mismas y la perspectiva del conjunto… Tengo que confesaros, que, hasta muy mayor no entendí muy bien eso de la “perspectiva”; hasta que en 5º de bachiller suspendí en “formación del espíritu nacional” (sin comentarios) y en “dibujo lineal” (todo eso de los puntos de fuga, la perspectiva”…). Aquel verano lo pase dibujando perspectivas y perspectivas.
Elektrifikazio fasea, 5garren fasea oso garrantzitsua zen ere, eta kaotiko samarra
La fase “electrificación”, fase 5, también era muy importante, y un poco caótica, porque siempre había alguna bombilla fundida, algún cable que faltaba porque se había usado para cualquier otra cosa… Hay que tener en cuenta que estoy hablando de los años 55-60 y entonces ¡no estaban los bazares de los chinos para ir corriendo a comprar lo que faltaba!
Eta azkenean 6garren fasea iritsi zen exekuzioa
Y por fin llegaba la fase 6, la ejecución en la que todas y todos opinábamos sobre la mejor ubicación de cada elemento sin tener en cuenta las fases previas de planificación.
Bien, yo heredé aquel nacimiento de grandes figuras y, todavía hoy día lo ponemos en casa, resultando un belén de 20 m2 aproximadamente.
Cada año, añadimos una nueva figura: un molino, un castillo o unas piedras recogidas de un arroyo o, al propio “Olentzero” del que, enseguida, hablaremos un poco.
La verdad es que, desde hace unos años, el verdadero constructor del belén es nuestro hijo Mikel, que además, es paisajista; y yo soy un mero ayudante, al que no le hacen mucho caso.
Para que veáis que no estaba exagerando cuando os decía que las figuras eran “casi tan grandes como nosotros”, os he traído una de ellas: el rey Baltasar con su paje y su camello.
COSTUMBRES Y NOVEDADES
Azken urteotan esan dizuedan bezala, gure jaiotzan Olentzero sartu gara
Como os decía, en los últimos años hemos incorporado a nuestro belén la figura del Olentzero, después de algunas discusiones-reflexiones familiares sobre la idoneidad de su participación o no.
Lo cierto es que, siguiendo la línea de razonamiento que defiende que las tradiciones “pueden y deben” ir adaptándose a la nueva sociedad, hemos creído que era importante en nuestra cultura incorporar al Olentzero, toda vez que, además, la hipótesis más extendida es que el origen de Olentzero es anterior a la cristianización de Navarra y que, como indica Claude Labat: ”el personaje de Olentzero debe ser ubicado dentro de las celebraciones del solsticio de invierno”.
Existen diversos estudios etnográficos que constatan la existencia en el territorio vasco de la conmemoración del solsticio de invierno con el que iba emparejado el renacimiento de la naturaleza y el renacimiento del sol.
Al tener relación con el final de una etapa, con el final del año, se representaba a Olentzero como un personaje desharrapado y viejo, mal vestido, lo que simbolizaba “el paso del tiempo”, lo viejo, lo gastado, como el año que se acaba, el año que ha pasado y que da entrada a una nueva etapa.
José María Satrustegi, estudioso de la cultura vasca, y con el que tuve el gusto de compartir durante bastante tiempo excavaciones en Egino y sobremesas dominicales en su casa parroquial de Urdiain, escribía que “el paso de un tiempo que ya muere a uno renovado y lleno de vida supone dejar el camino libre al año que llega”.
Y en ese pensamiento están basados muchas de las creencias y tradiciones relacionadas con el solsticio de invierno en una primera época y con las navidades desde la influencia del cristianismo que adaptó las costumbres locales anteriores a sus nuevos postulados.
El personaje Olentzero se habría convertido en el anunciador de la noticia del nacimiento de Jesús, como también lo hicieron los gentiles, que coinciden con Olentzero en el tipo de vida que mantenían (aislados y solitarios). No deben pues extrañarnos esas adaptaciones a los nuevos tiempos, como fueron algunas tradiciones paganas a las cristianas, como el Olentzero en nuestro territorio y otras creencias, en otros lugares del mundo, que también fueron asumidas por el cristianismo. Sirvan como muestra algunos ejemplos:
- Cataluña: Tió de Nadal (traducible como «tronco de Navidad»), elemento de la mitología catalana
- Aragón: Tronca de Nadal
- Galicia: Tizón do Nadal
- Occitania: Cachafuòc, Cachofio o Soc de Nadal
- Cantabria: la Anjana
- Este de Galicia: el “Apalpador”
Tened en cuenta que fue el papa julio I, en el año 350 d.c., quien promulgó una moción para establecer la fecha del 25 de diciembre para celebrar el nacimiento de Cristo, y fue en el año 354 d.c, hace poco más de 1.675 años, cuando el papa Liberio decretó definitivamente la fecha señalada.
Sociológicamente tienen mucha lógica, y lo que hoy nos parece una novedad, y a veces una contradicción y falta de rigor con las costumbres y tradiciones, se convierte, con el paso del tiempo, en una realidad asumida y exigida por la propia sociedad. Os voy a poner un ejemplo: ¿qué ha sido de ese personaje, solitario, dejado y zarrapastroso, que bajaba cada año al pueblo para celebrar el solsticio de invierno y como se ha adaptado ese personaje, el mismísimo personaje al que se dota de un significado cristiano y hogareño acorde con las enseñanzas de la iglesia católica?
Desde la representación del “tiempo viejo” hasta la actual encarnación del bonachón carbonero que hace regalos a los niños, se ha producido una evolución muy profunda (la mayor parte de la misma se ha realizado en la última parte del siglo XX).
Pero, aún hay más, estamos viviendo una nueva adecuación del Olentzero a los nuevos tiempos: ¿alguna vez habíais oido hablar de “Maridomingi”? Estamos inmersos en una reflexión global sobre el reconocimiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad y a ese Olentzero, al que se representaba como un hombre grueso, desharrapado, manchado de carbón, de buen comer a quien Aita Donostia lo describe como: “cabezón muy inteligente” (buruhandia, entendimenduz jantzia), y “barrigudo” (tripaundia). A ese solterón, borrachuzo, solitario, siempre con la pipa y la bota de vino, le hemos dado una pareja: “Maridomingi”.
Resurrección María de Azkue en su obra “cancionero popular vasco”, recopilación de músicas y canciones (1918-1921) hacía alusión al personaje de Mari Domingi en una canción popular navideña:
Horra Mari Domingi, begira horri,
gurekin nahi duela belena etorri,
gurekin nahi baduzu belena etorri,
atera beharko duzu gona zahar hori.
Atoz, atoz, zure bila nenbilen ni,
atoz, atoz, zure bila nenbilen ni.
Atoz goazen, adora dezagun belenen jaio den
haur eder hori, haur eder hori.
En la canción, Mari Domingi quiere ir a Belén a visitar al niño recién nacido, pero le advierten que para ello tendría que cambiarse la saya y ponerse una un poco más presentable, “atera beharko duzu gona zahar hori”.
Unos dicen que Mari Domingi es su mujer, otros que es su novia…. Lo dejamos en su “pareja”, que es más modernito.
Al Olentzero, además de emparejarlo, le hemos quitado la pipa y la bota, porque es poco ejemplarizante que esté todo el día fumando y bebiendo cuando pretendemos que sea un ídolo para las niñas y niños y, además, les traiga regalos.
Fijaos bien: la imagen ha ido evolucionando, inmersa en ese sincretismo, en esa simbiosis, esa mezcla entre el personaje mitológico y las tradiciones locales cristianas que se van arraigando en nuestro pueblo. Una evolución social y cultural, que transforma a nuestro personaje de un carbonero solitario, que vivía en el monte y al que no le gustaban los niños (ni él a los niños pues se escondían cuando le veían) a un personaje que, a partir del siglo XX, incorpora ciertos elementos de la cultura cristiana y le nombra, nada más y nada menos, que “anunciador de la llegada del Señor”. Y además, ahora tiene pareja y ni fuma ni bebe.
¿A qué viene todo esto? Pues a que las costumbres se modifican, se adaptan a los nuevos tiempos y llegamos a “interiorizar” algunos aspectos de tal forma que, por ejemplo, nosotros ponemos en el belén, cerca del portal, la figura del Olentzero pues el Olentzero y el Ángel, han llegado a ser los anunciadores del nacimiento de Jesús.
REFLEXIONES FINALES
Pregoi honen hasieran esaten nuen bezala, eta berehala amaituko dut, eguberria, gogoeta garaia da, otoitzarena, sufritzen dutenekin gogoratzea, bidegabekeriak – gabeziak – gaixotasunak eta abar.
Como decía al comienzo de este pregón, y ya termino, la navidad es tiempo de oración y reflexión, es tiempo de alegría. Pero, no son solo tiempos de alegría, son también momentos de solidaridad con los que sufren injusticias, con los que viven solos, entre las guerras, el hambre, con los que padecen enfermedades… Es tiempo de acordarnos de los que nos han dejado.
Cuando me propusieron ser pregonero, era el presidente de la Asociación Contra el Cáncer de Álava y pusimos en marcha un programa que se llamaba, le llamábamos, “de la silla vacía”. Consistía en “aprender” a celebrar la navidad cuando nos falta un ser querido, como transmitir ese sentimiento de tristeza, recuerdo y alegría, al mismo tiempo que se celebra la navidad. Es un programa, el de la silla vacía, que se podría aplicar a múltiples experiencias.
Ahaztu gabe, beraz, pertsona horiek guztiak gabon mezua izena duen abestia gabonetako pregoia amaitzen dut.
Termino con las últimas estrofas de un villancico que se titula “gabon mezua”, “mensaje de navidad”, que vamos a cantar, la próxima semana en el concierto de navidad, el coro de niños y el coro de mayores al cual pertenezco.
Las últimas estrofas dicen:
Ahaztu tristurak eta iluntasunak.
abestuz esango dizugu: mezua hau da.
Olvida las tristezas y las tinieblas,
cantando te lo diremos: este es el mensaje.
Apaingarri disdiratsuak non nahi daude
Gabon egunak datozela adierazten dute.
Donde hay adornos brillantes
indica que vienen los días de Navidad.
Zu ere hor zaudela esan gidari
den argia lez
Demuestra que tú también estás ahí
Sigue la luz que nos guía.
Kolorez jantzita kalera irten bizitzen.
Kolorez jantzita kalera irten abesten.
Sal a la calle, vestido de color, a vivir.
Sal a la calle, vestido de color, a cantar.
Sin olvidarnos pues de todas esas personas que sufren; con esta llamada a la alegría, pero sin olvidarnos de los demás; salgamos y cantemos a la navidad….
Eskerrik asko. Muchas gracias.
Cierra el acto la actuación musical a cargo del Coro Godspel Udaberria. Este coro soul-godspel forma parte de la oferta educativa de Udaberria Musika Eskola. Sin una necesidad previa de formación musical, y con muchas ganas de cantar y de buena compañía, a través de los ensayos se adquiere los conocimientos y la técnica necesaria. Una repertorio con transmisión oral y unas coreografías sencillas que apoyan el ritmo de la música, constituyen la atractiva oferta musicar de este coro gasteiztarra.
Este año el Pregón de Navidad quiere hacerse solidario. En el acto estará muy presente la Asociación Contra el Cáncer con información y la posibilidad de colaborar económicamente con su labor para que todas y todos tengan la mejor Navidad posible en un vida con salud.