Pregón de Navidad 2009
RICARDO SÁEZ DE HEREDIA SALAZAR
“La navidad es música y lo vamos a escuchar”
Este año 2009, y coincidiendo con el 25 Aniversario de la nueva etapa del Belén del Carmen, volvemos a nuestro orígenes. En este convento en el que cada año exponemos nuestras creaciones, escuchamos hoy, 18 de diciembre, a D. Ricardo Sáez de Heredia, abad de la Cofradía de la Virgen Blanca, con la que nos unen grandes lazos, quien engrosa hoy el grupo de los pregoneros de la Navidad.
“La Navidad es música. Y lo vamos a escuchar.
La Navidad es anuncio de dicha buena. Y lo vamos a comprobar.
La Navidad es vivir en Cofradía. Y lo vamos a sentir.
Lo primero darles las gracias por su asistencia y agradecer a los enamorados de los Belenes, a la Asociación Belenista de Álava, su apuesta por este Abad, que desde la Cofradía de la Virgen Blanca, desde la Institución Celedones de Oro, únicamente pretende seguir abriendo surcos de buena amistad. Surcos de buena vecindad.
También hoy es un día muy especial. Celebramos los 25 años de la recuperación del Belén en esta Iglesia del Carmen. Muchos lo sabéis, pero conviene decir aquí muy alto: Eskerrik asko. Muchas gracias a todos los que lo habéis conseguido. Luego hablaremos de la providencia. Pero esta recuperación también tiene su impronta. Que venía TVE el año 1984 a retransmitir una de las misas dominicales del periodo de Adviento desde El Carmen de Vitoria. Luego el temporal de nieve hizo que se suspendiera. Pero la motivación para recuperar esta maravilla, había encontrado muy buena simiente. Muy buena tierra. Muy buena gente.
Hoy estamos aquí para pregonar. Para anunciar que muy pronto nos va a nacer el Mesías. El Señor. Sí, un año más y así por los siglos de los siglos.
Lehenengo eta behin eskerrak eman nahi dizkizuet etortzeagatik.
Jaiotzazaleei eta Arabako Belentzaleen Elkarteari eskertu nahi diet Abade honen alde egindako apustua, zeinek Andra Mari Zuriaren Kofradia honetatik bakarrik adiskidetasun onaren lorratzak ireki nahi dituen.
Gaur hemen gaude pregoia egiteko. Mesias laster jaioko dela iragartzeko. Gure Jauna.
Bai, beste urte batez, eta horrela izango da gizaldi eta gizaldietan.
Además lo hacemos, lo queremos hacer con palabras sencillas. Como lo haría nuestro querido y recordado Padre Juan Cruz Apodaca Ruiz de Guinea, que descansa en la Paz del Señor, y nos espera junto al Niño Dios en el Cielo.
Acabo de decir que en los Belenistas Alaveses hay muy buena simiente, extraordinaria tierra y mejor gente. Los presentes estáis en mi corazón, pero hoy quiero resaltar al organizador, al entusiasta, al trabajador infatigable. Al educador. Al siempre disponible. Pero, sobre todo, al que fue capaz de conseguir esta maravillosa cosecha. El que fue capaz de hacer escuela. No es el momento de repasar su vida: os invito a leer su biografía en la web de la Asociación Belenista de Álava.
Hoy quiero hacer y decir este Pregón a su lado, con su espíritu humilde, con su permanente buena cara. Siempre en buena disposición. Padre Juan Cruz, gracias por tu vida a favor de los demás.
Decía lo de hacer un lenguaje sencillo, por lo que estos días, recordando algunos de los sermones que en honor a nuestra Madre María Santísima de la Blanca, leía lo que D. Juan Félix de Arteaga, presbítero exclaustrado del orden de San Francisco en la extraordinaria y solemne función celebrada por la primera Cofradía de la Virgen Blanca el martes 25 de Marzo de 1851, en la Iglesia de San Miguel, comenzaba diciendo…
“Congratulémonos todos en este día tan felice y venturoso,
en que vengo a anunciarios tan grata nueva.
Sí, un hijo de Vitoria y muy devoto de María Santísima de la Blanca,
animado de patrióticos y religiosos sentimientos,
é inflamado de un celo ardiente y generoso…”
Efectivamente los estilos cambian, pero el fondo de lo que hay que anunciar, de lo que hay que celebrar, de lo que hay que vivir, no cambian, ni cambiarán nunca.
Anunciar la Navidad de este año 2009 y las de los siguientes, siempre será dar Gracias a Dios.
He citado hace un momento el día 25 de Marzo, fecha que hoy pasa casi desapercibida. Es la celebración de la Visitación de la Virgen María. Por eso damos gracias a Dios. Por habernos dejado, para todas las generaciones, el sentimiento de la cercanía de María.
Leía estos días en el taco del Sagrado Corazón de Jesús, con el cual me despierto, “María se nos hace cercana, como se hizo cercana a su prima Isabel con aquella visita. También ella nos hace cercanos a Jesús. Ella nos da a Jesús y, además, es experta en recordar con agradecimiento que el Señor ha hecho cosas grandes y ha obrado su salvación. El Rosario, precisamente a partir de la experiencia de María, es una oración que nos acerca los misterios de Jesús, que también María protagonizó. Qué Maestra más experta es María. Entre las criaturas nadie mejor que ella conoce a Cristo. Nadie como su Madre puede introducirnos en el misterio del “conocimiento interno”. Recorrer con Ella, con nuestra Virgen Blanca, las escenas del Rosario de los Faroles, es como ir a la escuela de María para leer a Cristo, para penetrar en sus secretos, para entender su mensaje”.
Y es que el querer, el vivir cerca de María, cerca de su hijo, tiene que ser durante todo el año. Desde la Visitación a la Cruz. Desde el gozo al sufrimiento. Como la vida misma.
Hoy anunciamos la Navidad. Una Navidad que deseamos sea feliz para todos. Una Navidad llena de esperanza para los que más lo necesiten. Una Navidad Solidaria.
En la pasada Novena de la Virgen Blanca, nuestro responsable de Patrimonio de la Diócesis, D. Zoilo Calleja, que la predicaba cada tarde, haciendo un repaso histórico de los siglos pasados, decía con toda solemnidad y toda la razón, que este Siglo XXI que hemos iniciado, o es un siglo que se llegue a denominar como Siglo Solidario, o no será.
Navidad, Navidad, Navidad… También son recuerdos. Son vivencias. En la Cofradía ya se sonríen, cuando repito que uno de nuestros principales objetivos es tener y favorecer buenas y alegres vivencias, que nos hagan tener una mejor convivencia.
Y es que la Navidad, con su punto de nostalgia, es alegría y esperanza. Para cada uno tiene un sentido especial. En mi caso es ir al monte junto a mis amigos para desearnos lo mejor, siempre con las mejores viandas posibles y los mejores Riojas (ese día sin huevos fritos, Iñaki se da una vez más sin permiso fiesta), o bajar a por el Nacimiento y ayudar si procede a mi mujer Blanca a montarlo. Celebraciones de Cofradía. Amigos de la Asociación Belenista. Vino caliente. Villancicos. Visitas a la Ruta de los Belenes. Santo de mi Madre. Comidas familiares. La Cirila (ven Cirila ven…). La subida a Zaldiaran en Familia. Este año con mi nieto Guillermo. El concierto de Año Nuevo. El amigo invisible. Los Reyes. Y de cada uno de ellos tengo unos recuerdos, unas experiencias inolvidables.
También están siempre presentes en mi Navidad, mis años estudiantiles. Uno es antiguo escolano de la Cruz de Madera y en la Escolanía de Tiples del Conservatorio Jesús Guridi en los años cincuenta del pasado siglo. Qué barbaridad. La Navidad que teníamos junto a D. Dimás Sotés, D. Emiliano Ibarguchi y el resto de profesores, era villancicos y más villancicos y la colocación del gran Belén en el Salón de Actos. Otros recuerdos imborrables, la visita al Nacimiento viviente del Divino Maestro, en el Paseo del Cuarto de Hora donde mi prima Marga y mi otra hermana Ana María, hacían sus pinitos de Ángeles.
El recordado D. Ángel Loza Berasategui, con aquellos concursos de Belenes, con entrega de premios en el Teatro Príncipe, hoy todavía Cines Guridi. Alguno seguro que lo recuerda. Entregaban, a los que lo merecían, un diploma: “Obra de Estímulo al Hogar”. La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de la Ciudad de Vitoria los entregaba: “El niño …, perteneciente a las Escuelas del Conservatorio de Música, se ha distinguido notablemente por su buen comportamiento en las clases, así como por la puntual asistencia, higiene, aseo y limpieza de ropas con que acudió a las mismas; méritos que le han hecho acreedor a un premio de esta Obra. Vitoria, 21 de Diciembre de 1957”.
Y años después los trabajos y desvelos de mi amigo y compañero muchos años en la Caja, José Luis Ramos, que continuó con gran éxito el dinamizar el amor por los Belenes. En las casas, en las Parroquias, en los montes, etc. También en la Caja todos los Christmas había que guardarlos para él. Recuerdos de felicidad y trabajo. De convivencia y amistad.
Decía antes que la Navidad es música. Y es que desde mis años de pequeño cantor, me sigue sonando estos días, lo que con gran entusiasmo cantábamos por Navidad en nuestra Escolanía de Tiples, especialmente los cantos del Noel. Os acordáis de ellos también vosotros, mis amigos y compañeros escolanos, Joaquín Treviño, Ricardo Rodríguez, Fernando López de Luzuriaga, Juanjo Reyes, Carlos Antía y tantos más. Siempre esos días al piano D. Tomás Echávarri, Director del Conservatorio, y, si fallaba, venía a los ensayos Dña. Blanca.
“Con blanco acento, narra el pastor
el Nacimiento del Redentor…
O El ¡Noel! ¡Noel! ¡Noel!.
Noel, Noel, Noel.
En unas pobres pajas del portalico de Belén
hoy ha nacido el Mesías, hoy ha nacido nuestro Rey.
Van a adorarle los pastores,
van a obsequiarle con sus dones.
Ya se acercan reverentes,
ya le ofrecen sus presentes.
A una voz con ellos cantemos,
¡Noel! ¡Noel!”
Luego lo oiremos completo y muchísimo mejor. Gracias José Luis Sáenz de Ugarte por ser guardián de estos tesoros (a los mayores en la Escolanía los admirábamos y los seguimos queriendo).
También era Navidad, cuando cantábamos, cuando cantamos:
“Ya va a amanecer, ya va a amanecer.
Coger el romero que va a florecer,
que va a florecer.
Antes que amanezca yo lo cogeré.
Una mañana de Mayo
el romerito cogió
de una rama el romero
para la Madre de Dios.
Romerito, romerito
la Virgen del Romeral.
Al amanecer el día.”
He dicho que la Navidad es música, que la Navidad es anuncio de dicha buena, que la Navidad es vivir en Cofradía, en Comunidad.
En casa siempre hemos tenido un Belén, que empezó pequeño y de plástico, hasta el que actualmente disfrutamos, que lo mejora mi mujer Blanca, con figuras cada año más bonitas y ampliando el espacio (Blanca, tienes que participar en la Asociación Belenista). Lo importante es que LO VIVIMOS todos, alguno de forma especial adelantando los Reyes, y ahora mi nieto, jugando con las figuras de los pastores y las ovejas.
Por esa razón de Comunidad en Navidad, son fundamentales los recorridos por las Parroquias y Conventos, para admirar los Nacimientos, verdaderas obras de arte y de Fe. Por eso es tan importante vuestra labor, queridos Belenistas.
Y qué decir de las visitas al Nacimiento de La Florida: es muy, muy especial, en mi caso, la visita que hacemos después de la cena de Nochebuena. Hasta hace poco, después de la misa de Nochebuena en el Convento de las Clarisas en San Antonio, visitábamos a las monjas para felicitarles las Pascuas, sí, pero también por su obsequio de vino dulce y más cosas. ¡Qué vamos a hacer!: uno es muy goloso.
Y compartir, más unidos, las alegrías y dificultades de los amigos de la Asociación Belenista, pues estos días nos vemos más. Aquí, en esta maravilla de lugar expositivo y tan especial para todos nosotros, como es el Carmen. ¡Cuánto cariño, cuánto esfuerzo, cuánto entusiasmo!. Gracias de verdad y con todas mis fuerzas a vosotros queridos Belenistas. No digo nombres para no olvidarme de ninguno, pero la Cofradía de la Virgen Blanca, os está muy agradecida por vuestra colaboración en los belenes del Museo de Faroles, pero sobre todo por esa labor tan extraordinaria de preparación todo el año, para disfrute de todos los vitorianos.
Recuerdos y vivencias, sí, pero también Providencia.
Creo en la Providencia.
Sabéis que el mismo día que nací, mi abuelo Mateo, me abrió una cartilla de ahorro ordinario, también la infantil, en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de la Ciudad de Vitoria, que sigo manteniendo su número en la Vital.
Y qué pensar el estar hoy aquí, cuando desde que nací llevo colgada al cuello la Virgen del Carmen. Al principio un escapulario, luego obsequio de mis tías en la primera comunión una medalla.
Y qué mi Madre (Mamá, pronto Navidad). Pronto tu santo y cumpleaños. Se llama Avelina Natividad. El día 25 de Diciembre “tun, tun, tun”. Felicidades.
Y la novena y procesión, con la Escolanía de Tiples desde esta Iglesia de El Carmen, con el Niño Jesús de Praga (por cierto, este año he vuelto a visitarlo en Praga. Al Niño Jesús de Atocha, rebautizado allí como de Praga).
Y tantas cosas más. ¡Cómo no voy a creer en la Providencia!.
Pero lo más importante, no sólo es vivirla: es sentir la Navidad. Lo fundamental además, el reto, lo difícil, es transmitirlo. Tenemos la obligación moral de dejar a los que nos siguen estas experiencias de fe y esperanza en un mundo mejor.
Porque un Pregón, no sólo es anunciar, no sólo es animar, no sólo es informar.
No hacemos esto sólo para nosotros. Queremos comunicar. Queremos que sepan todos, los que creen y los que creen menos, que pedimos cada día lo que dice esta “Oración del Comunicador” que mi querida Cristina Fructuoso, con sus sabios consejos me ha dejado últimamente (hace ya 17 años que ella también realizó este Pregón, como ella dice, de todo Corazón):
“Jesús, haznos transmisores de la verdad,
libres y defensores de la libertad,
independientes e imparciales,
promotores del bien común y de la concordia,
voceros de valores humanos y espirituales,
veraces, ecuánimes, honrados,
impulsores de la justicia,
portavoces de los marginados,
leales a nuestra conciencia.
Ayúdanos a defender la paz y la convivencia,
a respetar la dignidad de las personas,
a mantener nuestra integridad,
a rectificar nuestros errores.
Líbranos de la ligereza y la frivolidad,
de la adulación al poder y del servilismo,
del sensacionalismo y de la prepotencia,
de los prejuicios y de la agresividad.
Haznos sencillos portavoces de la Verdad que conduce a Ti.
Amén.”
Y es que tenemos que ser testigos de esperanza. Más en estos tiempos que vivimos.
Tenemos un futuro con esperanza.
Es posible que pase con nuestra Fe en Dios como en los braseros que tenía mi suegro en los secaderos de chorizos de Jamones y Embutidos El Gorbea. Nunca se han hecho chorizos con tanto cariño. Estos braseros, durante la noche, parecía que no había lumbre. Por la mañana removías un poco la ceniza, y ya lo creo que había fuego. Con las personas nos está pasando lo mismo. Tenemos que remover las cenizas de nuestras vidas. Veréis como hay mucha Navidad en ellas.
Hemos recibido unos grandes tesoros en vasijas de barro. Es una obligación dejar estos tesoros bien guardados, sí, pero con toda la información y formación necesaria. Y qué mejor que guardarlos en Comunidad. En Solidaridad. En Espiritualidad Fraterna.
Termino con unas reflexiones franciscanas que nos pueden hacer ver por dónde tenemos que ir y hacer, para que estos imprescindibles valores sean bien guardados.
FRATERNIDAD. ESTO ES NAVIDAD.
“Imposible descubrir el misterio del otro, si no se ha descubierto el misterio de uno mismo.
Al tener la percepción de mi mismo quedo con la sensación de que soy diferente a todos: soy único e irrepetible.
De esta conciencia de la finitud e indigencia, surge la necesidad de la relación con los demás. Soledad y Relación.
Es pues el hombre un ser constitutivamente abierto al otro y en el entrelazamiento con él, se forma un NOSOTROS.
De la Minoridad a la Fraternidad. Este el camino que nos guía, con la mejor estrella del Cielo, a la Navidad.”
Padre Juan Cruz Apodaca Ortiz de Guinea, no te llamamos, porque sabemos que estás aquí con nosotros.
Queridos Belenistas y amigos todos, os reiteramos la invitación a vivir, a sentir, a cantar la Natividad del Señor.
Venid, venid, pastores.
Venid, venid, todos los ciudadanos de esta querida Vitoria-Gasteiz.
Que ya se acerca la Navidad.
Zorionak eta urte berri on.”
Ricardo Sáez de Heredia Salazar
Navidades 2009